¿Qué decimos cuando decimos Navidad?

La NAVIDAD es una celebración de origen religioso, en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo como salvador y, por ese motivo la llegada de ésta fecha renueva cada año la esperanza, el deseo de paz y el amor. Con el tiempo y las costumbres diferentes alrededor del mundo, ésta celebración fue tomando otras connotaciones y, en el mundo moderno, las ofrendas y deseos se transformaron en obsequios, adornos y consumos que están más relacionados con las costumbres del hemisferio norte, y la condición climática de la época fría, que con la esencia verdadera y lo representativo de la Navidad, que es la estrella de Belén, el astro que guió a los Reyes Magos durante un año.
¿Qué recuerdos activa la Navidad?
La Navidad también evoca las vivencias de la niñez, trae el recuerdo de personas queridas, propicia la visita de los que están lejos y convoca a reunirse, aún a aquellos en discordia. Algo que siempre está presente en Navidad es la necesidad de volver la mirada hacia adentro, de reconocer a los afectos, de formular deseos y de unir las buenas voluntades e intenciones en espera de un nuevo año más benévolo, con paz y salud.
¿Qué sentimos cuando decimos Navidad?
No todo es felicidad en Navidad, porque mirar hacia el interior intensifica la conexión con las pérdidas, con las ausencias, con las lejanías. Sentimientos de añoranza y soledad reviven, se intensifican. Todo lo que nos sucede parece ser más fuerte y más brillante.
La Navidad del 2021 parece una más, pero sabemos que es especial. Un año en el que los seres humanos aprendimos a valorar el volver a estar juntos (en algunos casos a miles de kilómetros), pero también sabemos que en el corazón de muchas familias queridas hay ausencias inesperadas, seres que no pudieron superar la pandemia; la peste encontró muchas víctimas vulnerables, que tanto el estrés, el miedo, el aislamiento y por supuesto el Coronavirus, aceleraron el final del ciclo de sus vidas en este mundo. Y como ésta pandemia no terminó, las nuevas cepas y los festejos de diciembre han dejado a mucha gente “aislada” en su casas, mucha juventud aislada de su entorno, encerrada en sus habitaciones; tal vez con síntomas leves, pero con una prueba más de encuentro con la soledad, con los sentimientos y los temores.
Proponemos reconectar desde lo más simple con la noción de NAVIDAD, de renacer, de traer a nuestra vida buenas emociones, de reconocer, aceptar y hasta agradecer las emociones desagradables porque también nos hacen crecer y advierten de amenazas; pero sólo las necesitamos por poco tiempo. Podemos conectarnos con un hoy, con un aquí y un ahora de gratitud, para percibir el futuro con esperanza y reconocer que vivir es también sufrir, que el temor es un compañero frecuente, pero que al miedo no lo podemos dejar pasar e instalarse, porque tiene la capacidad de encender todas las alertas de nuestro sistema PINE y puede hacer estragos.
Por eso, cualquiera sea la circunstancia de tu Navidad este año, recordá que los sentimientos y el simbolismo es un aporte propio, conectarnos con el amor y la esperanza siempre activa buenas emociones, aclara el pensamiento y se distinguen luces, aunque estén lejanas; recordá que si cerramos los ojos podemos abrazar y hasta sentir ese olor familiar de todos esos que no están hoy, pero que siempre van a estar. Y que los sabores de Navidad y el brindis sean alimentos que bendecimos y agradecemos, porque la naturaleza nos ofrece vida y nos brinda siempre recursos.
No olvidar en esta Navidad
Dar, compartir, agradecer…
Cuando le deseamos la paz y la felicidad a otra persona nuestras células se alinean y ésto estimula emociones agradables.
Conectar conscientemente con esos sentimientos, crearlos y entregarlos en modo de deseo, hará que experimentes en tu cuerpo, cómo se transforma la sombra en luz, y el miedo en esperanza.
Hoy la ciencia explica claramente los mecanismos que subyacen a este ejercicio de Navidad, pero no tengas dudas, que si lo repetimos todos los días del año, la suerte, la salud y las buenas vivencias nos van a acompañar, aunque las amenazas y las pérdidas también sean parte de la vida.
Los que nos convocamos en torno al estudio, la asistencia y el desarrollo de la PINE, queremos transmitir salud y bienestar, brindamos por el encuentro, por los proyectos, por los sueños que son motores motivadores y, por sinceros deseos de paz.
FELIZ NAVIDAD!!!
Lic. Orietta Sferco MP 1965