EL ESTRÉS DE LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO

Los factores menores como la organización de las fiestas, el lugar, la decisión de con quién nos juntaremos, las obligaciones de compartir con una u otra familia; lo que se come y bebe de más, junto a la locura de la gente al momento de hacer las compras, el mal humor y la alteración en las calles, aumentan el nivel de estrés psicosocial en el que vivimos.
En esta época también suele ser común que haciendo un balance de lo hecho y de lo pendiente, la gente se concentre más en lo negativo que en cualquier logro alcanzado. Así, para muchos las fiestas se convierten en motivos de tristeza, ansiedad y depresión.

Al finalizar el año pueden quedar más en evidencia la soledad, la lejanía de seres queridos, el aislamiento y se tiende a dar demasiada magnitud a los fracasos.
Es sabido que la soledad aumenta la angustia de los que están o se sienten solos/as, más si se han vivido episodios complejos durante el año, como duelos, emigraciones o rupturas matrimoniales. Y esto contrasta con la atmósfera artificialmente festiva que inunda los escaparates de vidrieras, catálogos de ofertas de venta, publicidad de todo tipo, etc. Además de la pérdida real y concreta de sentido religioso o espiritual que tuvieron estas fechas en su origen.
Las imágenes que muestran las publicidades en general son de familias felices alrededor de la mesa y cada vez más esto no resulta siempre posible, no solo para los sectores carenciados sino porque el núcleo familiar va decreciendo o cambiando con el correr de los años.

Se han efectuado interesantes estudios sobre este tema como el publicado por Robert A. Kloner et al. en la prestigiosa revista Circulation (2004;110;3744-3745) The «Merry Christmas Coronary and Happy New Year Heart Attack”, en el que examinaron lo ocurrido en Los Angeles County (EEUU) entre 1987 y 1999, encontrando un incremento de consultas a servicios de emergencia y de mortalidad en esas fechas por causas cardio y cerebrovasculares; (además de lo que muy conocido en accidentología) . También se han reportado mayores índices de suicidios.

David Phillipsa, Gwendolyn E. Barkerb and Kimberly M. Brewera del Center for Health Sciences, School of Public Health, University of California at Los Angeles, publicaron un trabajo en la Revista Social Science & Medicine,(Volume 71, Issue 8, October 2010, Pages 1463-147-) en el que se examinaron los documentos de la United States Official U.S. Death Certificates, en un período de 15 años, entre 1979–2004, donde constataron un importante incremento de consultas a servicios de emergencia y decesos en las dos semanas que comprenden las fiestas de fin de año.
Los estudios con estadísticas confiables son del hemisferio norte y por eso se ha dado en llamar a estas situaciones como “muerte blanca”, ligándolos al clima frío y la nieve. Entre ellos sobresale también el trabajo de Phillips DP, Jarvinen JR, Abramson IS, Phillips RR. “Cardiac mortality is higher around Christmas and New Year’s than at any other time: the holidays as a risk factor for death”, también publicado en Circulation.( 2004;110:3781–3788).
Los posibles mecanismos para la mayor frecuencia de ataques coronarios en los días de Navidad y año nuevo serían según estos autores:
1. Mayor estrés emocional
2. Demora en la búsqueda de atención médica
3. Reducción de los niveles de dotación de personal sanitario o menos miembros del personal que estén preparados para atención de este tipo de emergencias.
4. incremento de la ingesta de alimentos, sal, grasas, alcohol, etc.
Y señalan otros que son propios del hemisferio norte (frío, días más oscuros, calefacción, aumento de problemas respiratorios)
En Argentina se conoce que en esos días aumentan las consultas y llamados a los servicios de emergencia por estas causas, pero no hay estudios estadísticos.

Fuente: Estrés lo que usted querría preguntar y debe conocer. Dr. Pablo Cólica – ILCE

Cinco consejos para las fiestas

1. No esté solo, reúnase con quien se sienta bien. Eventualmente, anímese a concurrir a lugares especiales para personas solas.

2. Viva las fiestas con sencillez e intimidad, disfrute los momentos de estar junto a quien o quienes esté ligado afectivamente. Utilice Internet para conectarse con sus vínculos queridos que puedan estar lejos y recuerde que la nostalgia es un hecho normal, de rienda suelta a su emocionalidad sin tapujos.

3. El mejor regalo no es material, sino el afecto expresado en una mirada, una caricia, un abrazo.

4. Recuerde que en toda la historia de la humanidad, estas festividades se interpretaron siempre desde lo espiritual como un renacer, un nuevo comienzo.

5. Ayude a otros, sea solidario y se sentirá más gratificado que con cualquier regalo.