ENTRE EL CARNAVAL Y LAS CLASES

Regreso a las aulas

El verano cede el paso al otoño y el año escolar se asoma. Época de preparativos, fichas médicas, expectativas, gastos, reorganización familiar, toma de decisiones, etc, etc.

Sin dudas, el año 2022 se percibe diferente en todos los sentidos y especialmente, el tradicional ritual de regreso al colegio está envuelto de diversas emociones, dado que  la pandemia afectó demasiado la vida de los niños, de las niñas y adolescentes, la de las familias, la de lxs jóvenes, madres, padres y abuelxs. Entonces es inevitable que aparezcan en la mente los recuerdos del ciclo escolar pasado, donde las familias estaban aisladas, conviviendo juntos todo el día durante meses largos, de mucha incertidumbre y, la escuela estaba presente pero a través de un dispositivo, de una pantalla que hacía posible avanzar en lo académico, pero desde un lugar impensado al que costó mucho adaptarse.

Las marcas de la pandemia

Sólo cuando se mira hacia atrás y se reconoce lo vivido, es posible tomar dimensión del estrés sostenido y desmedido que significó transitar estos dos años de aislamiento y pandemia, de instituciones cerradas. Generaciones que iniciaron ciclos y culminaron otros sólos, en un rincón de la casa, unidos por una señal milagrosa que los mantuvo en contacto.

Con los claustros cerrados también se dió la pérdida de la rutina, del encuentro, de la interacción, de las vivencias compartidas con pares, del saber que se aprehende, de la vuelta caminando, del estudio en grupo, y muchos etc.

Las circunstancias han sido muy fuertes, ha dejado huellas, cambios moleculares traducidos en memorias en nuestras células, en nuestros sistemas. Memoria que se pueden relatar en palabras, pero otras que sólo serán registros moleculares que se van a expresar en respuestas a estímulos, en emociones intensas, en dolencias, en enfermedades y también en cambios de hábitos e intereses. Cambios que pueden trascender epigenéticamente y que han modificado el rumbo de nuestra generación.

Algunas sugerencias para proponer a lxs estudiantes y también la familia:

  • Cerrar los ojos y sentirse en clase, en la escuela, percibir los olores, los sonidos, ver la Bandera subir, oír el timbre, los sonidos.
  • Conectar el reencuentro con compañerxs conocidos y abrir expectativas para conectar con los nuevos por conocer.
  • Conectar con lxs profes y maestrxs, abrir los sentidos y valorarlos por su misión, aunque aún no se conozcan.
  • Mirar con lindos ojos a ese espacio donde lo más bello que va a pasar es poder aprender junto a pares, donde el saber y el conocimiento flotará para que todos puedan tomarlo, disfrutarlo y aprehenderlo.

¡BIENVENIDO NUEVO AÑO DE CLASES!

QUE LA LUZ DEL CONOCIMIENTO SEÑALE NUEVOS RUMBOS Y BRINDE HERRAMIENTAS PARA ESTE MOMENTO DE LA HUMANIDAD, QUE SÓLO CON SABIDURÍA PODREMOS TRANSITAR PARA  CRECER Y NO PADECER O PERECER.

Encontrar lo positivo en medio del caos

Es importante conectar con estas emociones, permitirse pensar en lo vivido, entender que ha sido una experiencia vital, que somos parte de la humanidad y la historia nos atraviesa, poder trascender a la queja y lograr la aceptación consciente, para transformar lo vivido en crecimiento y afrontar las emociones como el miedo y la ansiedad ante un futuro incierto y amenazante.

En definitiva, entregarnos a transitar esta época de cambios, atentos a rescatar recursos, moderar expectativas, valorar lo que sí se puede y se tiene; reconocer lo importante de lo secundario; soltar y dejarse sorprender. Es posible que, a priori, parezca que lo que viene sea amenazante o no grato, por ser desconocido y novedoso; sin embargo, dependiendo la actitud que se tenga ante las circunstancias, esos cambios serán oportunidades y el bienestar se puede lograr, porque el estrés es un aliado en su justa medida y va a estar para transitar lo novedoso y advertirnos de amenazas. Aún así es vital controlar la intensidad y procurar que se retraiga por períodos, contrarrestando con hábitos saludables, meditaciones diarias, buen descanso nocturno, baja exposición a información negativa y buenas compañías para lograr el fortalecimiento.

Convertir estos aprendizajes en emociones saludables es el desafío de este año 2022.

 

Por ORIETTA SFERCO

Licenciada en Psicología UNC. Formada en PINE, Neuropsicología, Terapia Cognitivo Conductual. Perito Psicóloga.