Día de la memoria por la verdad y la justicia

El 24 de marzo de 1976 inició la más atroz de las dictaduras cívico militar de nuestro país que duró hasta el retorno de la democracia el 10 de diciembre de 1983. Fue un periodo caracterizado por la violación sistemática de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y terrorismo de estado. Miles de desaparecidos (30.400)[1] cientos de secuestros, privaciones ilegitimas de la libertad, torturas en centros clandestinos de detención, apropiación de recién nacidxs, exilio forzado para tantxs argentinxs.
Como señala Piña, F. (2014)[2] el fin de la dictadura dejó un país arrasado, familias destruidas, una industria nacional en decadencia, heridas vivas de una guerra perdida, una tremenda deuda externa que condicionaba cualquier política del país, una sociedad empobrecida, una niñez desnutrida, analfabetismo, miles de personas con secuelas traumáticas y una sociedad temerosa y más individualista.
En el contexto de la salud que integra la dimensión social, psicológica, biológica, inmuno-endocrinológica y espiritual, nos preguntamos ¿qué efectos produjeron esas políticas de terror organizadas en nuestra población, a nivel singular y colectivo?
En este escrito solo priorizaremos un eje de análisis e invitamos a seguir indagando sobre la temática.
Consideramos que toda la población sufrió un trauma social ya que fue afectada por hechos reales de secuestros, torturas, desapariciones, amenazas, hostigamiento, prohibiciones, ocultamientos, etc. Acompañados por mensajes del Estado dictatorial que negaba su autoría y responsabilidad. Asimismo, en ese momento las condiciones de posibilidad para pensar la realidad social estaban alteradas, en tanto se percibía una cosa, pero había que pensar otra y este doble mensaje se imponía mediante el mecanismo de silenciamiento social con el alto costo que ello implicaba a nivel colectivo y en la salud integral individual. (l´hoste,2008)[3]
De forma particular, en cuanto a las consecuencias intergeneracionales del trauma social en una investigación con hijxs de personas detenidas y/o desaparecidas, Edelman, Kordon y Lagos (citados en Faúndez Abarca, 2020)[4] observaron que uno de los efectos era la falta de apuntalamiento durante el desarrollo y crecimiento de lxs niñxs y una característica de personalidad sobresaliente fue la de sobreadaptación. Y en lxs hijxs adultxs se destacaron efectos en la construcción identitaria relacionadas con las necesidades de pertenencia y elaboración grupal, entre otros aspectos.
Asimismo, es relevante destacar que en otras investigaciones se observó que lxs hijxs de desaparecidxs no han sido solo depositarios pasivos de memorias traumáticas de sus ascendientes, sino que con la apertura a la escucha por parte de las comunidades pudieron transitar una posición de temor y silencio a un lugar de enunciación de su historia siendo esto un trabajo de memoria activa (Pollak y Jelin citados en Faúndez Abarca, 2020).[5]
Para finalizar, acordamos con Edelman y Kordon (2010)[6] que una de las formas de elaboración de las situaciones traumáticas de origen social consiste en la posibilidad de historización que implica encontrar y comprender los sentidos y significaciones de los hechos acontecidos. Y cuando corresponda, como en el caso de hijxs de desaparecidxs, desde esa posición poder dar testimonio de la propia experiencia en espacios habilitantes de la palabra y la memoria. Todo ello, implica al menos un paso hacia la reparación social en situaciones de violencias de derechos humanos con incidencia en el bienestar subjetivo y calidad de vida de las personas.
Recordar, reflexionar y comprometernos a que no se repita ¡¡nunca más!!
Lic. Sara Malek – MP 7987
[1] Cifra que reivindica el reclamo de lxs desaparecidxs de la comunidad LGTBIQ+
[2] Piña, F. (2014) A 38 años del golpe civico militar. El historiador. Recuperado de https://www.elhistoriador.com.ar/a-38-anos-del-golpe-civico-militar/
[3] L´Hoste, M. (2008) subjetividad del terror: un desafío para los psicoanalistas. En Bozzolo, R. (2008) El oficio de intervenir. Políticas de subjetivación en grupos e instituciones. Biblos.
[4] Faúndez Abarca, Ximena (2020). El trauma psicosocial en las narrativas intergeneracionales. Seminario de Estudios de la Significación, N° 44, pp.62-83. Universidad de Valparaíso.
[5] Faúndez Abarca, Ximena (2020 ). El trauma psicosocial en las narrativas intergeneracionales. Seminario de Estudios de la Significación, N° 44, pp.62-83. Universidad de Valparaíso.
[6] Edelman, L. y Kordon, D. (2010) Trauma social: trabajo elaborativo en grupos de reflexión. En Revista Psicoanálisis e Intersubjetividad, N° 5. Recuperado de: http://www.intersubjetividad.com.ar/website/articulo.asp?id=230&idd=5